Desde que descubrí al director de cine Yorgos Lanthimos en el 2015 siempre ha tocado una fibra sensible en mí que ningún otro artista ha podido, no porque necesariamente me enamore con cada historia que cuenta sino que puede llegar a extremos contando historias realmente crudas sin mucha preocupación en cuanto al 'nicho' en el que entran, La Favorita es su más reciente propuesta cinematográfica en la que nos relata una pieza histórica de principios del siglo XVIII acerca dos damas de la corte que compiten entre ellas por el favoritismo de la Reina Anne de Inglaterra interpretada magistralmente por Olivia Colman. El favoritismo aunque igual de inestable que la reina una vez ganado proporciona gran poder y seguridad en un ambiente caótico y político como lo es la Inglaterra en tiempos de guerra.
En términos generales se podría remitir la estructura de la Favorita tanto a otras películas de época como a comedias de enredos e incluso nos puede recordar al más moderno thriller político. Una mezcla de generos que tanto el director Yorgos Lanthimos al igual que de sus tres actrices principales que exprimen todo el delicioso y macabro potencial del guion de Deborah Davis y Tony McNamara que cuenta una historia que al igual que las anteriores entregas dentro de la filmografía del director griego nos muestra un retrato de la moralidad del ser humano de la manera más cruda, pesimista y ridículamente absurda que llega a dejar a su audiencia sintiéndose vacía en cuanto los créditos empiezan a sonar.
Este vacío no es algo negativo, es un sentimiento que podría parecer inexplicable pero es muy característico del cineasta, resuelve preguntas sencillas para dejar dudas muy grandes no solo de la historia del nicho ‘familiar’ que retrata sino que refleja aspectos humanos de los cuales a veces nos pueden hacer sentir solamente como piezas de ajedrez en un juego que nunca podremos jugar.
La Favorita es una película que se sale de los nichos aceptados de la ‘película de época’ para brindarnos no solo una brillante y feroz mirada a como nos afectan las consecuencias de nuestros propios actos cuando buscamos beneficios por los que a veces no entendemos el peso que conllevan sino tambien una entretenida, sensual y graciosamente cruel mirada a las estructuras de poder.
“Debo tomar control de mis circunstancias.” declara Abigail en la voz de Emma Stone, pero en cuanto los créditos finales empiezan a aparecer es cuando nos preguntamos;
¿De verdad vale la pena tener el control?
Hay muchas cosas más escondidas y gritadas dentro de La Favorita que me gustaría explorar pero por el momento solamente te invitó a que vayas a experimentar la manera en la que Lanthimos cuenta los daños colaterales causados por querer demasiado.
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