viernes, 28 de septiembre de 2018

El octavo grado. Los años incomodos y callados



Está semana vi una película que realmente me impactó y que se volvió mi película favorita del año hasta ahora. La película se estrenó en el festival Sundance a principios de año y tuvo su distribución comercial este verano en Estados Unidos. La película está escrita y dirigida por el comediante/youtuber Bo Burnham, pero a diferencia de otras producciones de sus contemporáneos está película no la protagoniza él sino una chica adolescente de 14 años que está en el octavo grado. 

Eight Grade no solo es el título de esta película sino que también es el último año de educación básica en Estados Unidos, nuestra protagonista es Kayla Day una niña qué se está convirtiendo en adolescente y tiene que lidiar con los dilemas, ansiedades y decepciones de tener 14 años.

Kayla es una chica de la llamada Generación Z, aquellas personas que nacieron en el siglo XXI y que se han criado con la tecnología inundando cada aspecto de su vida. La representación de las redes sociales y la vida en línea ya se ha tratado en otras producciones dirigidas a adolescentes que desde hace varios años han tratado de comprender como es que la juventud se relaciona con las redes sociales; puede ser de manera sentimental romántica como en Love, Simon, para hostigamiento sexual como en 13 Reasons Why o simplemente para poseer una computadora como en Unfriended




Me atrevo a decir que una de las fortalezas de Eight Grade se encuentra en su representación acertada sobre la forma en la que nos relacionamos en las redes sociales no con otras personas sino con nosotros mismos. Yo no soy totalmente de la Generación Z, mi primer celular era solo para llamadas y tuve mi primer modem en casa hasta los 13 años, pero la forma en como Kayla y sus compañeros se desarrollan con la tecnología es algo realmente incómodo.

Incomodo en lo realista que es. En cómo es un esfuerzo por siempre tratar de proyectar estar bien y lo complicada y ridícula que es la formalidad de los DM’s en Instagram. Me arriesgo a sonar como anciano, pero estos jóvenes de 13 años ya viven conectados; su entretenimiento proviene del internet, su información, sus relaciones sociales.

Sus cualidades son digitales pero también lo son sus preocupaciones

Elsie Fisher hace un espectacular trabajo en representar a alguien que muchas veces no se ve en obras de arte. Alguien qué nunca es distintivo suficiente para llamar la atención y no es tan proactivo como para ser el protagonista de una película. Elsie Fisher es Kayla Day; la ‘callada’. A principio de la película a Kayla se le da la conmemoración de ‘la más callada’ y más que ser una motivación para ella se vuelve un constante recordatorio de sus defectos. Está película no es una conmovedora y motivacional obra cinematográfica que te ayuda a ser feliz cuando la acabas.

Está película es una incómoda, vergonzosa, defensiva película sobre la ansiedad de abrirse a un mundo desconocido para ser juzgado por cada mínimo defecto que tenemos. Es por eso que es la mejor película que retrata tus años más vergonzosos, aunque luego de años en retrospectiva argumentes que ‘no estuvieron tan mal’ siempre se quedan ciertas ansiedades que cargamos hasta la adultez.



Es el 2009 y Julio tiene 14 años; tiene literalmente tres amigos en toda la escuela y por los demás es conocido como ‘el callado’ que solo habla en las exposiciones. Un Julio no muy aplicado, torpe, muy incómodo y a la defensiva. Tengo miles de historias sobre mi secundaria; algunas las veo con nostalgia alegre y otras las veo con ciertos arrepentimientos y traumas.

“¿Por qué dije eso?
De seguro se oyó más grosero de lo que quería.”

Me identifique de sobremanera con Kaylafuera de qué tiene un vlog que solo ve su papá y un amigo- por la manera en la que se esfuerza por ser ‘tranquila’ y tratar de parecer que no se esfuerza. Por la manera en la que ensaya toda la conversación antes de llamar por teléfono, en la manera en la que hace test de Buzzfeed sobre Disney los viernes por la noche, en la manera en la que piensa que su yo futura va a ser mucho mejor que ella y ser mucho más feliz.

La película te hará sentir incomodo incluso si eras de los que amaron la secundaria y que tus 14 fueron los mejores años de su vida. Pero si eres como Kayla; si eres de los que siempre han sido conocidos por ser cerrados, timidos y callados. La historia de Kayla te va a destruir y después te va a reconstruir; como lo dice Katie en letterboxd.


El Octavo Grado no solo es una película incomoda, es un retrato emocional totalmente honesto sobre la ansiedad de nunca ser suficiente, de crecer y de querer conexión humana. Está disponible para streaming en varias plataformas y en otros lugares si sabes buscar bien. bit.ly/EighthGrade_WatchNow


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